Hace unos días visite Santiago de Compostela. El reencuentro con esta ciudad siempre me traslada a aquellos días en que era uno más de los miles de estudiantes que abarrotaban la ciudad, sus calles, sus cafeterías, sus escuelas y facultades. Lamentablemente no guardo ninguna foto de aquellos días, no tengo imágenes de la gente con la que compartía el piso ni con la que compartía clases, no tengo recuerdos de los momentos de diversión,...sólo me queda la memoria y la devoción por sus calles, sus edificios, su lluvia, sus piedras, su patrimonio, su historia,... su mística.


One Comment

  1. Te faltarán en papel fotográfico pero las tienes grabadas en otros lugares. Y existe todo un sistema de conexiones nerviosas dispuestas a ejecutar los programas de recuerdo y visionado cada vez que un adoquín mojado despierte una cosquillita en tu memoria.
    Seguro :)

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