La otra noche no funcionaba el ascensor de mi edificio. Me decidí, no me quedaban más narices, a subir por la escalera. Llevaba algunas bolsas, no demasiadas, pero si las suficientes para comprender lo de la fuerza de la gravedad y lo del paso del tiempo. Según ascendía me llegaban los sonidos que procedían de las viviendas de mis vecinos. No entendía nada de lo que transcendía, ni tampoco era mi animo no respetar el íntimo fondo de aquellas casas. Lo que si me resultó curioso fué que aunque todas las puertas fuesen prácticamente iguales, unas mejor barnizadas que otras, unas más decoradas que otras, unas con luces y otras sin ellas, unas con muchas cerraduras y otras incluso entreabiertas, todas guardaban en su interior risas, lloros, brindis, grandes cenas, silencios y gritos, ausencias y regresos, abrazos y miradas,...
Es curioso, puesto que estando yo harto de verlas, sin embargo fué durante mi ascenso en un día de navidad cuando uno percibe cosas que aunque siempre estuvieron ahí, raramente me había detenido a observar. O si
Bueno, quizas la puerta de mi casa es demasiado para lo que tengo en casa.

PD: Buenos tiempos y buenos sentimientos a todos


Se juntaron los niños frente a casa, allí donde estaba nuestro banco de madera, un viejo banco lleno de cicatrices que se escondía tras la sombra de un huesudo e impúdico árbol, donde los novios formalizaban su amor eterno con llaves y los perros marcaban sus dominios en el momento de sus micciones nocturnas. Los chavales que allí estaban mostraban sus galones a través de su posición en el banco. Los mas chulos, los lideres del grupo se sentaban en el respaldo con los pies sobre el asiento, encarándose de este modo con el peligro que se presentaba tras sus espaldas, las miradas recriminatorias de los mayores que por allí paseaban y el orgullo de poseer algo como suyo, sus delfines se sentaban de igual modo a su lado o permanecían moviéndose alrededor del banco y del resto del grupo como guardianes de un orden establecido. Otros críos, aunque en ese momento había mas niñas, se sentaban en el asiento abrazando sus piernas y sonriendo las gracias de lo que allí se decían, y gritando de manera que su presencia no fuera solamente testimonial. El resto, unos cuatro o cinco críos, permanecían de pie o sentado en el suelo acatando lo que desde el respaldo del banco viniese como si fuera la palabra de un dios, un dios con acne cuyo báculo era sustituido por un cigarro comprado furtivamente en el estanco del barrio.

Desde mi balcón, viendo la escena, me estaba imaginando lo que unos decían, lo que unos oían y las interpretaciones que de aquel momento todos hacían. Me imaginaba como el del cigarro les contaba a sus compañeros como había que hacer las cosas el próximo fin de semana, como irían a tal sitio o tal otro, le diría, si alguien osaba decir algo, que se callase que no tenia ni puta idea y que por su culpa el otro día los echaron del salón de juegos, de si traían pasta para beber, de que eran todos unos imbéciles, etc. Todo esto les diría mientras los demás se callaban asintiendo.

En ese momento paso por delante una niña que llevaba una mochila que debía pesar por lo menos unos cientos de kilos, visto el esfuerzo y el caminar de la cría. Agachando la cabeza, y sin miran hacia el grupo, se puso colorada e incremento su paso a la vez que los demás se comenzaron a reír, todos menos el que se sentaba sobre el respaldo, y que solamente la miraba mientras seguía fumando con autosuficiencia.

La niña giró la esquina de la calle sin mirar atrás, sin levantar los ojos de la acera, mientras ellos permanecían sentados embobados por lo que hacia y decía el que se sentaba en el respaldo del banco.



Durante estos pasados días el proyecto de Ley Orgánica de Educación (L.O.E.) es el proyectil utilizado por las distintas “bandas” de políticos para cargar sus armas. Armas que utilizan en sus citas bajo el terrible sol que castiga la Carrera de San Jerónimo (hoy por suerte, escondido tras unas deseadas nubes) para dirimir sus diferencias, perdón, quiero decir para tasar y repartirse el pastel

En el Proyecto de Ley Orgánica de Educación existen alguno artículos curiosos. Por ejemplo en la Disposición Final Primera, apartado 5, se indica lo siguiente:
“En los términos que establezcan las Administraciones educativas, las decisiones colectivas que adopten los alumnos con respecto a la asistencia a clase no tendrán la consideración de faltas de conducta ni serán objeto de sanción, cuando éstas hayan sido resultado del ejercicio del derecho de reunión y sean comunicadas previamente a la dirección del centro.”

En el articulo 28, apartado 3:
“...los alumnos promocionarán de curso cuando hayan superado los objetivos de las materias cursadas o tengan evaluación negativa en dos materias, como máximo y repetirán curso cuando tengan evaluación negativa en cuatro o más materias. Las Administraciones educativas regularán las actuaciones del equipo docente responsable de la evaluación.”

En el apartado 5:
"El alumno podrá repetir el mismo curso una sola vez y dos veces como máximo dentro de la etapa. Cuando esta segunda repetición deba producirse en el último curso de la etapa, se prolongará un año el límite de edad al que se refiere el apartado 2 del artículo 4. Excepcionalmente, un alumno podrá repetir una segunda vez en cuarto curso si no ha repetido en los cursos anteriores de la etapa"

En el articulo 20, apartado 2:
“Los alumnos accederán al ciclo educativo o etapa siguiente siempre que se considere que han alcanzado las competencias básicas correspondientes y el adecuado grado de madurez”

....estos son algunos ejemplos, puede que posea un tono mas de pintoresco que un sentido amplio del contenido del proyecto, sin embargo son botones de muestra de por donde camina una regulación que ya desde hace años y a lo largo de varias legislaturas y varios gobiernos han llevado a que nos enfrentemos a una sociedad con un muy bajo nivel cultural, tal como nos ha hecho saber desde Europa. Esta ley, después de analizarla muy por encima (reconozco que no he sido capaz de leérmela entera) muestra una serie de aspectos mas que discutibles: la evaluación del alumno y los criterios para avanzar durante su periplo educativo, las diversas pruebas a las que se le somete (es difícil entender a que se refieren cuando se habla de “madurez” como criterio a considerar para la evaluación del alumno), el juego que se traen entre las asignaturas de religión, ética, educación cívica, etc., la no valoración de asignaturas, para mi, tan importantes como la Filosofía, la previsión de clases individuales o reducidas para apoyar a los alumnos con retraso, la consideración del derecho de reunión o “huelga” de los alumnos (me cuesta aceptar este derecho cuando estamos hablando de ecuación primaria y secundaria), la no explicita indicación en el contenido del proyecto del deber de estudiar. En cuanto al contenido de las enseñanzas se señala un máximo en cuanto a las asignaturas básicas a impartir pero no un mínimo, lo que supondría no garantizar unos planes comunes a toda el alumnado español (bueno esto es un tema a resolver también), en algunos artículos se valora y se atropella la figura del profesorado (por ejemplo, el despido improcedente de un profesor será sancionado como falta leve)....

Esta ley, como las anteriores presenta una serie de lagunas que, con buena disposición de los legisladores, lo cual dudo, podría subsanarse y lograr que la educación de las próximas generaciones se enfoque definitivamente a lograr una mejor formación individual y social de las personas. Pero esto no es realmente importante, lo mas importante es saber quien tira más rápido y quien dispara más y con mas punteria bajo el ardiente sol de la Carrera de San Jerónimo.



Mi vecino es una persona corriente. Corriente en el sentido que su vida se ajusta a un planing marcado desde hace mucho tiempo, casi desde su nacimiento. En él se señala y se estructura el cuando, el como y el cuanto vale y el cuanto se debe dar y se debe recibir por lo que uno hace, por lo que uno siente, por lo que uno desea, por lo que uno dice, por lo que uno vota,...
El caso es que cuando yo salía del ascensor él se encontraba recogiendo en el buzón sus facturas y anuncios publicitarios mientras por lo bajo surgían unas ininteligibles palabras. “Que rosmaras a estas horas?” le dije a modo de saludo. Levantando la mirada de los papeles y girando la cabeza, la cual presentaba un semblante muy serio, me contestó que “nada que no pudiese decir el voz alta y de una manera clara, si tuviese delante algun encorbatado mandamás”. Como no tenia mucha prisa, le dije que aunque no fuese un personaje poderoso si disponía de algunos minutos antes de marcharme a realizar unos cuantos recados.
De sopetón me preguntó que me parecía todo lo que últimamente se veía por la calle y en la televisión. Sin darme tiempo a responder, continuo diciendo que “es que no sé a donde vamos a parar la gente decente con toda esta manada de vagos impresentables que recorren nuestras calles. Te puedes creer que hoy cuando venia del trabajo me encuentro con un chico, un sinvergüenza de unos 18 años, que me pide un cigarro - un puto cigarro tío - me suelta cuando le contesto que no y que los vicios hay que pagárselos cada uno de su bolsillo”. “Me jodieron el día” me contesto molesto, “yo que tenía un día tranquilo, a pesar de tener que aguantar a los gilipollas de mi empresa, pues nada, encima tengo que tragar a esta tropa, bah!.....no se donde vamos ir parar, joder. Matándonos a trabajar como desgraciados por tu familia y por darle lo que necesitan y ahora tenemos que soportar que vengan estos queriendo su casita, su trabajito, sus cochitos y sus móviles de mierda, como si tuviesen los mismos derechos que los que llevamos toda la jodida vida luchando como desgraciados. ¿ Que traigan papeles y que curren coño, que ya decía mi padre que en esta vida no se regala nada!”
Yo lo escuchaba en silencio, asintiendo, y mirándolo mientras recordaba los titulares de la prensa de estos últimos días, donde esos “sinvergüenzas” saltan vallas,ocupan pisos, queman coches, .... porque los muy “hijoputas” quieren ser como nosotros.
Mientras seguia hablando, pensaba yo en en contenido de las palabras y de los silencios, en el sentido de nuestras palabras y de nuestros silencios. ¿Corrientes expresiones de gente corriente?.


Estaba esperando en el portal a que los minutos formasen una fila india que rematasen en el inexorable entierro y funeral de las horas. No tenían nada planificado para el día de hoy. En ese momento y frente a donde yo me encontraba, se detuvo una vieja y destartalada furgoneta del servicio de mantenimiento del ascensor del edificio. Se bajó un chico joven vestido con una limpia y vieja funda de color gris. Con una agradable sonrisa en su rostro me deseó los buenos días cuando cruzaba el umbral de la puerta. Junto a él, y todavía sentado en la furgoneta, se encontraba su compañero. Este era un hombre de unos cuarenta años, de una pesada presencia y un serio y arrugado rostro. Bajó de la furgoneta por la puerta del copiloto y se dirigió a donde se encontraba el chico. Este, aplicadamente, ya estaba mirando el parte de actuación que le marcaba las tareas que deberían realizar para el mantenimiento de nuestro ascensor. Mientras sostenía el parte y sin estarse quieto un solo instante, disparaba ráfagas de preguntas sobre el como y el porque de las cosas que tenían que ver con el increíble y fascinante mundo de la elevación y el descenso. Se le notaba un interés y unas ganas de saber que me parecieron loables. Su compañero, callado y con una cansada y apagada mirada, le contestaba y le ayudaba en todas sus dudas, pero siempre racionando el uso de las palabras. Se limitaba a un 2+2=4, no al porque ese 2+2 eran 4 y no 5.

Durante su breve estancia pude observar el ánimo de uno y del otro, el saber de uno y de otro, las ganas de uno y de otro, la ilusión de uno y de otro, la mañana de uno y de otro. Me costó saber de cuales valores me parecian mas importantes

Después de acabar su trabajo el chico recogió las herramientas y las metió en la furgoneta, mientras el más mayor se dirigió hacia la vivienda del presidente de la comunidad para conseguir la pertinente firma del parte de asistencia, cuestión esta que le llevo su tiempo.

A la hora de marcharse el chico se despidió deseándome unas buenas tardes mientras que el otro triste técnico solamente me miro moviendo la cabeza a modo de saludo. Fue en ese momento, cuando veía alejarse a la furgoneta cuando me quedé pensando en lo que había presenciado, y en que me gustaría saber cuando fue el justo momento en que se pierden las ganas de ser o de hacer ciertas cosas y cuando se empieza a no desear ser y hacer esas mismas cosas.

No se si es bueno marcarse metas, no se si es bueno alcanzarlas. No será que las carreras que empezamos es mejor nunca terminarlas, es preferible estar corriendo siempre

Me imagino que el chico estaba comenzando su particular carrera mientras su compañero de trabajo se había topada ya muchas veces con vallas, con obstáculos vestidos de desilusión, de falsas expectativas, de relaciones viciadas, de logros sin valor, de tontos egoismos.... y se había olvidado de ponerse unas buenas y resistentes zapatillas que le ayudasen a correr,...a volar





El otro día leyendo en una entrevista realizada a Isabel Blanco, una actriz de mi tierra, le preguntaron sobre cual era el refrán o dicho que más le había llamado la atención, esta contestó, recordando a su abuela y rememorando su infancia, un dicho que decía que “en esta vida un diez por ciento son hechos y un noventa por ciento como te los tomes” (“Nesta vida, un dez por cento son os feitos e un noventa por cento como os tomes”, en gallego)

Sinceramente me parecio una muy buena frase, un refrán muy acorde con la vida que nuestra sociedad vende y que compramos, ... Dejando mi "precioso culo" aun lado deberia preguntarme por que pasa lo que pasa, y por que hago lo que hago,... deberia tener respuestas sobre como me posiciono yo ante los que saltan las vallas en Ceuta y Melilla, o los que buscan a sus padres e hijos en Pakistán, o los que no tienen agua para beber en Guatemala, o la gente sin casa que deambula por el sur de los Estados Unidos,... pero también por lo que le ocurre a la chica/o que veo todos los días al salir del portal de mi casa, a la que pide a la puerta del super, al familiar con el que callas mas que hablas, a la dignidad personal que vendes por cuatro duros,.... es cuestion de descompensados porcentajes, sin duda. 



Sin duda, es cuestion de ciertos valores


...de regreso a los días donde siempre me visto con las mismas ropas para hablar de las mismas cosas y escuchar las mismas palabras.


Atrás quedan jornadas que comenzaron con la salida hacia el sur de Granada y en donde se sucedieron los kilómetros, las paradas para cafés y mas kilómetros, la llegada al destino, la descarga de equipajes y de ilusiones, los paseos tranquilos por la orilla de la playa, las siestas tumbados mientras solamente se oía el tranquilo discurrir tiempo, las visitas a sitios y a calles dotadas de un cierto toque morisco, a castillos, a miradores, a iglesias, a bares, a monumentos, a lugares pintorescos, a desorientadas horas perdido entre plantaciones de chirimoyas, a sigilosos asaltos a fincas particulares para lograr aquel ángulo que te pedía la foto, a comidas con sobremesa, a baños en la piscina, a la lectura y más lectura que nos transportaba a otros sitios casi tan increíbles, e incluso más, a confidencias con la cámara de fotos, a charlas y risas, a mas fotos, a sueños tranquilos y a deseos, a veces, reprimidos, ...... a la carga de equipaje, a la limpieza de una castigada bicicleta, a kilómetros de regreso, a coger fuerzas para saltar hacia el interior de días con horarios, con hipocresías, con deudas que cubrir, .... de regreso a esos días que creía que ya se quedaban atrás.


ALMUÑECAR



Debido a mi afán por dejar todo los cabos atados, todo los temas resueltos, todos los problemas solucionados,... (soy consciente del carácter estúpido y utópico de dichas intenciones) el tiempo se acorta y se estrecha haciendo que me sienta prisionero de mis propias exigencias. El caso es que las dos próximas semanas deambularé, posiblemente por el sur de la provincia de Granada, y no quiero ni me apetece dejar temas sin solucionar en la oficina. Esta falta de tiempo y este esfuerzo extra me supone un hastío una saturación que me hace repudiar en cierta medida todo lo que se parezca a un ordenador, ..... pero seguro que será transitorio, prueba de ellos son estas lineas. 


Ya falta poco para salir, para respirar el aire que yo quiero respirar y mirar hacia donde más me guste

sujeto en flickr


Revolviendo entre mis viejos y, lo reconozco, mimados y privilegiados vinilos me encontré con uno del gran Fast Domino. Un disco de grandes éxitos adquirido ya un lejano mes de noviembre de 1988. Empujado por una tragica actualidad, este disco volvió a sonar con un triste encanto rememorando canciones como Blueberry Hill, Jambalaya, Walking to New Orleáns,…Fue al escuchar esta ultima canción cuando se eboca una atmosfera y uno puede disfrutar de un agradable y musical paseo por las calles de la hoy maltrecha e inundada ciudad de Nueva Orleáns, y por su típico Barrio Francés. No se si valdrá para algo, pero el hecho de que haya encontrado en mi estantería, entre el Solwhand de Eric Clapton y el Concierto de Colonia de Keith Jarret (dos joyas musicales desde mi punto de vista), este disco demuestra, quizás, que ningún huracán ni ningún inepto presidente puede acabar con una ciudad tan particular como es Nueva Orleáns, una ciudad que es una amalgama de culturas con raíces africanas, francesas, españolas, cajún … y que han dejado al mundo unos sonidos y unas músicas con las que algunos disfrutamos y crecimos y aprendemos

Mientras espero que esa ciudad vuelva a ser al menos lo que era, es agradable escuchar su música, ... musica como por ejemplo la del "gordo" Fast 


It's time I'm walkin' to New Orleans
I'm walkin' to New Orleans
I'm going to need two pair of shoes
When I get through walkin' to you
When I get back to New Orleans


I've got my suitcase in my hand
Now, ain't that a shame
I'm leavin' here today
Yes, I'm goin' back home to stay
Yes, I'm walkin' to New Orleans


You used to be my honey
Till you spent all my money
No use for you to cry
I'll see you bye and bye
Cause I'm walkin' to New Orleans
I've got no time for talkin'
I've got to keep on walkin'


New Orleans is my home
That's the reason why I'm goin'
Yes, I'm walkin' to New Orleans


I'm walkin' to New Orleans
I'm walkin' to New Orleans
I'm walkin' to New Orleans

(Fast Domino, Walking to New Orleans)



                         


Son días tranquilos los que últimamente veo y me paro a comprar en el quiosco que hay frente a la puerta de mi casa. Días donde las mañanas y tardes me traen una liviana carga de trabajo muy acorde con la época del año en que estamos, meses de vacaciones y de cierres. Las tardes, casi siempre, acaban con paseos en bicicleta o en tranquilos paseos junto a ella, tambien son tardes de terraza, cervezas y charlas y a veces tardes de cine. Unos atardeceres donde la cena da paso a insulsas películas en la television cuya trama siempre contiene escenas donde hay alguna que otra cabezada en el sofá entre cojines y piernas entrelazadas .... 

Pero las noches y sus silencios llega siempre en el momento adecuado en que surge un abrazo antes de dormir junto con susurros ... susurros que fluyen de los labios y de las yemas de los dedos, susurros que van agarrado de las mano de silencios conocidos y sonrisas compartidas.



Se agarró a su madre mientras escuchaba atentamente lo que esta le decía. Llevaba en su mochila los libros, la merienda, los cromos y en sus manos la mascarilla, una mascarilla de color verde como el equipaje de su equipo de fútbol preferido. Su madre era una mujer con una persistente tos, bastante común entre la gente de su edad, entre la generación que vio cambiar de triste manera su ciudad, sus montes, su vida,... El ascensor se paró, dejando entrar al señor Paco, la persona mas anciana del edificio. Con un buenos días se dirigió a los ocupantes mientras miraba con sus vidriosos ojos las manos del crío que en ese momento jugaba con su mascarilla verde. Posando sus ásperas manos sobre la cabeza del chaval le pregunto si iba a clase, le preguntó por las notas y por sus amigos, le preguntó si era bueno y si obedecía a su madre,...todo ello mientras esta los miraba seria y con cierta indiferencia.

Mientras seguían bajando, y después de haber recibido como respuesta a todas sus preguntas y curiosidades un vergonzoso silencio, el viejo le pidió la mascarilla al chaval mirándola embobado. “Vaya, tiene el mismo color que las hojas del árbol que había detrás de mi casa” comentó.

El niño no entendía lo que decía, su madre, en cambio, levantó la vista mostrando una mirada comprensiva con las palabras de el viejo. Sabes -siguió hablando el anciano- hace ya muchos años, cuando tenia tu edad desde la ventana de mi casa me gustaba mirar el horizonte y podía ver montones árboles, podía ver su intenso color verde, como este de tu mascarilla, ese era un verde que guardaba un aroma que podías percibir mientras flotaba navegando en brazos de la triste brisa del este, el horizonte se mostraba presumido invitándote a mirarlo, en él podías ver como el sol nacía y moría, ... en aquellos tiempos la gente salía al campo a pasear, a comer en grupo, iban a las fiestas y las romerías, antes corría con mis amigos a buscar moras y cerezas por los caminos y jugábamos en las fincas,.... pero eso era antes cuando yo era como tú ....

El ascensor terminó su recorrido justo cuando el señor Paco el devolvía la mascarilla al niño. Dejando salir primeramente a la señora y a su hijo del ascensor agarro su bastón y comenzó su caminar hacia la puerta. Al alcanzar esta, salió y miró hacia la calle, vió como sus acompañantes caminaban agarrados de la mano por una calle gris cubierta por un denso humo, una calle llena de coches y de ruido, una sucia calle apenas calentada e iluminada por un maltratado sol.

Allí, puesto de pie recordó cuando era mucho más joven, rememoró aquello veranos, cuando el fuego lo devoraba todo, cuando ardían los árboles y los montes, incluso las casas, cuando la gasolina subía de precio y las ventas de coches no bajaban, cuando el agua escaseaba y la que había se encontraba sucia y estancada, cuando los peces morían en las riberas de los ríos al paso por los pueblos, cuando los veranos y los inviernos no se diferenciaban, cuando la gente ya no era capaz de comprender lo que tenía frente a sus ojos ni la voluntad de cambiarlo, recordaba otros tiempos y otra tierra...... y recordaba la mascara verde de su joven vecino y de si realmente se la merecía.





La calle que baja hasta la playa se encontraba desierta a aquellas horas. La gente estaba cenando en sus casas o en los restaurantes que había frente al mar. Eran cerca de las once, era lo suficiente tarde como para que la noche se dejase sentir a través de su oscuridad, de su particular silencio, de la brisa que venia del mar, del color amarillo de las farolas,… pero no lo suficiente como para empezar a ver el peregrinar de los chicos, por esa misma calle, hacia los jardines que se sitúan justo detrás de la playa a celebrar su particular eucaristía a base de un barato botellón.

Seguí caminando y recorriendo los cerca de doscientos metros que me separaban de la playa pensando en la cantidad de cosas que uno puede ver, que uno puede oír, que uno puede sentir si nos parásemos un ratito en mirar, en escuchar, en dejarse tocar por todo lo que nos rodea. Mi intención no era otra que fotografiar una creciente luna que se situaba justo encima de la ría, justo encima del bellísimo resplandor que su luz proyectaba sobre las tranquilas aguas.

Cuando llegué, me adentre entre las sombras de unos árboles que hacían aun mas oscura la noche para comenzar a preparar la cámara y el trípode, buscando jugar con los tiempos de exposición y apertura para lograr una buena toma. Tire una docena de fotografías a esa luna y a ese mar, pero también a los edificios que se situaban a mi espalda, a los árboles,….Lo curioso es que según iba haciendo las fotos iba viendo el resultado en el visor de la cámara y pude observar que hasta en la mas negras de las oscuridades se pueden encontrar sombras y luces…Me quede pensando un buen rato sentado en aquel césped, debajo de aquellos árboles y mirando hacia el mar y hacia el bellísimo resplandor de la luna.

Pensaba en sombras y pensaba en luces,….




Ha llovido y los días se han vuelto grises y nublados. Es una buena noticia pues nuestros montes, y nuestros corazones, arden y nuestros embalses, y nuestros labios, sufren la falta de un agua cada vez mas escasa, cada vez mas añorada. Los días de calor y sol ha dejado paso a unos días de sosiego, de morriña, de tranquila espera ...unos días más acorde con el alma gallega.

Mientras anochecía, hace unos días, estuve un buen rato entre las sombras y el olor añejo de un viejo portal por donde se entraba y salía de un burgués edificio venido a menos. Estuve ensimismado viendo como llovía. Me resultaba imposible salir y volver a casa por la gran cantidad de agua que justo caía en ese momento. Allí mirando hacia fuera, a través de una gran puerta de madera admiraba las gotas de agua golpeando la calle, corriendo por las hojas de los árboles, ...veía como algunos transeúntes se apresuraban intentando no mojarse mucho, saboreaba el resplandor de las farolas que proyectaban un especial fulgor, un especial encanto,...oía las gotas de agua caer y golpear los adoquines, sentía el silencio que las acompañaba y la quietud de la ciudad y de sus gentes,...

Me alegro de la llegada de ese agua, me alegro de este clima, me alegro que no haya cambiado aun lo suficiente para tener que prescindir de estos “tristes días de lluvia” hermana de esta tierra y de sus gentes



Hace unos días en el suplemento “El Semanal” aparecía una entrevista realizada por la periodista Cristina Carrillo de Albornoz a Bono, el cantante y líder de los U2. En dicha entrevista Bono responde a las preguntas de la periodista en cuanto a su actual situación personal y profesional, a cuales son sus preferencias, sus relaciones con el resto del grupo, sus proyectos, etc. Pero donde hace hincapié la periodista, y el propio Bono, a lo largo de la entrevista es en el compromiso de este, en su lucha contra las miserias, las injusticias y la pobreza del mundo y muy especialmente con las que diariamente ocurren en Africa y con Africa. Una prueba de ello es tanto la implicación personal de Bono como a través de la fundación DATA (Debt-Aids-Trade-Africa) la cual creó en el 2000 a raíz del impacto que le causó una de sus acostumbradas visitas al continente africano

Bono responde a las preguntas denotando desde un principio el compromiso decidido con todo lo que hace, nos habla de su grupo, de sus orígenes y se su actual evolución, habla de su música, pero se pone “más serio”cuando rememora una serie de recuerdos que le hicieron implicarse en los proyectos humanitarios que actualmente “lidera”, relata lo que supone su profesión y como esta le ayuda con esos mismos proyectos, rememora las entrevistas y reuniones que a lo largo de los días a tenido con altos dignatarios, con políticos, con gente de poder, etc. y las que tiene previsto realizar para lograr su mismo compromiso en la tramitación de medidas de ayuda a los países mas necesitados, para exigir la condonación de sus deudas, para lograr el inicio de procesos de legislación de políticas que desemboquen en un comercio más justo igual que acciones médicas y de ayuda a un desarrollo mas sostenible de todos esos pueblos y de toda esa gente en el continente africano, etc.

Sin embargo, existió una frase que me llamó realmente la atención, y no porque no me la haya planteado alguna que otra vez, presumo incluso de tener mi propia visión al respecto y que resulta ser radicalmente contraria a la expuesta por el cantante. El caso es que en un momento de la entrevista Bono confiesa que “…la naturaleza humana es mala y cruel, aunque a veces sea una autodefensa. Creo más en el mal. El mal no me sorprende. Lo espero. Ya no me choca nada de lo que ocurra en el mundo. Lo más sorprendente es la alegría. Quizá debería cambiar mi perspectiva del mundo”.
Debo reconocerle mucho razón de lo expuesto por él, mucho de lo que dice y lo que insinúa en sus respuestas y en sus palabras, además tiene una experiencia de la que yo carezco y supongo que no le permitirá llegar a otra conclusión que la de tener una percepción pesimista del hombre, del mundo, aun a pesar de la cantidad de dinero que tiene y que le valdría para comprar millones de “gafas” que le dejasen ver solo lo maravilloso y lo bonito que nuestro mundo posee. De todos modos pienso que lo realmente perverso lo realmente malo y cruel es el grupo al que pertenecemos, los escasos valores y las pobres prioridades que nos enseñamos y nos marcamos.

Recuerdo que al leer esta parte de la entrevista, me vino a la memoria una imagen ocurrida durante mi visita a Mallorca. Recuerdo como dos niños jugaban al balón totalmente ajenos de donde son, de cómo eran, del color de su piel, de quien era el balón, de si uno era hijo de unos solventes turistas hospedados en un buen hotel y con un buen coche de alquiler en la puerta para poder ir y venir y el otro era hijo de una chica que se dedica a realizar trenzas multicolores a las puertas de ese y otros muchos hoteles. Yo creo, con una testaruda firmeza, en los buenos corazones de esos dos críos, lo que si también creo es que en algún momento de su crecimiento algo que no esta bien hace que la próxima vez que cualquiera de los dos vaya a jugar a la pelota con alguien, deje claro que no habrá ningún problema, o sí, siempre y cuando no haya dudas de que el balón es suyo y que solo jugara cuando el quiera y hasta que el quiera.




Hoy toca un poquito de actualidad fotografica, como la que presenta el festival Notodofotofest.com . Este está regido por un caracter claramente documental y pretende mediante series de 3 fotografias reflejar el actual mundo que nos ha tocado vivir. En su momento, y con cierta soberbia, presenté mi trabajo siendo rechazado por el jurado. Esta claro y despues de ver y admirar las fotografias presentadas, algunas de gente conocida, que a mi me toca seguir aprendiendo. Bueno pues nada "despacito y buena letra"





....le mire el pecho y de su escote salían cinco o seis indefinidas protuberancias de colores rojo, amarillo, azul, .....Recorrí con la mirada su cuerpo encontrándome con el semblante de una horripilante mujer. A partir de ese momento abrí aun mas los ojos esperando centrar la vista, intentando convencerme de lo que estaba viendo no era real, pero fue imposible. Por la playa, comenzaron a deambulabar hombres y mujeres, niños y ancianos,...todos me miraban con sus raras caras, todos ellos no eran como cinco minutos atrás los había visto, todos ellos presentaban unos rasgos propios de las pinturas de Giuseppe Arcimboldo, de sus rostros confeccionados con frutas y verduras.

Un sudor frío me recorría la espalda, a pesar de la calida temperatura que había en la playa, y un suave hormigueo agarraba mis manos, unas manos ya formadas por dedos deformes y tintados de una extensa gama de colores como si fuesen las manos de un crío después de jugar con varios botes de pintura. Ella que caminada junto a mi y que noto mis reacciones, mi cara de sorpresa, mi silencio, un sospechoso silencio, actuó con prontitud, como otras muchas veces, yendo a buscar dulces, unos dulces que espantan a esos fantasmas que a veces me siguen, que a veces me rodean y que a veces me agarran y me poseen




Comenzó con un pequeño ruido. A mi que ponen algo nervioso y en alerta los sonidos y los ruiditos desconocidos y sobre todo cuando afectan a mi coche, puesto que me da la sensación de que al circular me van a comenzar a saltar piezas, a dejar rastros por las carreteras por las que me pierdo o me encuentro según se tercie.

Después de esta “sutil y rápida” detección del fallo entré en boxes como si fuese “fernandoalonso” con animo de seguir en la cabeza de la carrera. El caso es que mis mecánicos no trabajan siguiendo la estela de los segundos, sino todo lo contrario. Me informaron que tendría que esperar, que dejase un móvil donde localizarme (exigencia con la que estaba totalmente de acuerdo , pues no quería que metiesen mano en las entrañas de mi inocente utilitario sin conocer un diagnostico previo), después que no tenían las piezas y que tendrían que pedirlas y, claro , después montarlas,....

Después de las anteriores previas y después de abusar de la confianza de improvisados taxistas para ir de un sitio a otro, me llamaron dos días después para anunciarme que todo el proceso había rematado felizmente y que pasase cuando quisiera. Eso si, antes de las siete de la tarde, que después nadie habría para entregármelo.

Me presente en el taller y me recibió un “correcto encargado” que me entrego el coche y la factura para la liquidase en la caja que estaba al fondo. Lo difícil fue llegar a entender tanto esta como las explicaciones del “señor técnico": cambio de poleas del cigüeñal, cambio de polea del alternador, sujeciones del bloque del motor, resorte “de no se que”, manguitos “de no se cuanto”, ... todo ello acompañado de la mano de obra necesaria para dar la vuelta a mi cacharro por lo menos un par de veces. Aunque pregunte poniendo cara de entender, no pase de eso, no pase de “poner caras”

El caso es que estando escuchando las explicaciones, me pareció ver de reojo a una persona con funda. Supongo que seria uno de los muchos mecánicos que por allí deambulaban, lo curioso es que me pareció ver que llevaba un parche en un ojo y al caminar resonaba un claro “toc, toc, toc....”.






En uno de mis paseos, hace un par de días, se me dio por adentrarme en un cementerio con la intención de tirar unas cuantas fotos. Confieso mi afición a retratar iglesias y tumbas, capillas, figurines de santos, cruces y campanarios,…. Supongo que será el poso de una educación religiosa adornada con este tipo de iconografía, por su liturgia. El día recuerdo que era nublado y gris, y la iglesia y su camposanto se encontraban inmersos en una quietud solamente rota por los lejanos ladridos de algún chucho.

Estuve unos minutos paseando por el recinto, la tranquilidad y la sensación de soledad que allí había era absoluta si no fuese por la presencia y el leve cuchicheo de dos mujeres que se afanaban en mantener limpio su nicho (joder, dicho así suena un poco rarito). En uno de ellos, cerrado con unos cuantos ladrillos mal puestos, había una cruz con la indicación de “vacío”. Esa imagen me resulto curiosa, intrigante,…¿en que pensaría el que hizo o el que mandó poner aquella inscripción, aquella cruz, en aquel sitio?. Puede que desee avisar a sus allegados que todavía esta vivo por si no estuviesen enterados, o que en aquel momento todavía no había allí dentro nada interesante, nada mas que la nada , o que lo que allí se entierra es un vacío deseado, un vacío que no le posee todavía, o que ese es el lugar donde el vacío no es conocido y que nunca,seguro, será peor que otros que si conoce o que allí existe la posibilidad, por esa misma vacuidad, de poder poder almacenar “cosas”, recuerdos, lloros, sonrisas, amigos, momentos, sueños,..

¿Será el vacío lo que allí se entierra?, y ese vacío…. ¿solo se guarda en esos nichos?




Esta semana he subido y he bajado unas cuantas veces a distintos pisos del edificio. Por pura pereza, puesto que mejor me vendría subir la escaleras, he optado siempre por el ascensor. Este cacharro me ha llevado de un piso a otro con comodidad, con rapidez, pero también ha permitido que mis idas y venidas fuesen siempre con la compañía de algunos de mis vecinos. De entre todos los que conviven en mi comunidad, creo que esta semana me topado con la “crème de la crème”.

El lunes, un mal día sin duda, primero por ser la razón de uno de los tópicos más extendidos entre “nosotros la clase trabajadora” y después por ser el principio y como todo principio exige un plus de esfuerzo, de voluntad. Este día me tope con gente con la misma cara y los mismos ánimos que los que yo presentaba. Por el contrario, y sin animo de considerarme mejor que nadie, yo suelo guardarme los “doloresdehuevos” para mi, no suelo mostrarlos como si fuese la portada de una revista de moda que todo el mundo mira embobado. Resulta que ese día subí y baje varias veces con individuos y seres “sopladores” y exponedores de las mas variadas y múltiples desgracias y complicaciones que las horas y los días cargan sobre sus dobladas espaldas, espaldas sobre las que descansa su particular globo terráqueo como si fuesen el mítico Atlas. Me pone cada vez mas enfermo tener que escuchar interminables listas de problemas, de situaciones “irreversibles”, de lloros, de los increíbles esfuerzos que mas de uno tiene que hacer para llegar a buen fin lo que tienen entre manos, de hipocresías, de “peloteos”, de falta de dignidad, de falta de respecto por el hacer del que esta enfrente,.... De esta gente suelo escapar saliendo del ascensor tan pronto veo que ellos van a entrar, justificándome o apoyándome en mi mala memoria para mentirles, para contarles que me olvide de las llaves del coche, que hoy comienzo a subir por las escaleras, etc. Estos se conocen a simple vista por su “carita” de buena gente (no dudo de que lo sean), por sus maneras de ser maltratado por el destino, por su obsesión de estar diciendo lo mucho que hacen y lo mucho que se esfuerzan y no digo nada si hay alguien mirando y este alguien es del piso de arriba...

El martes, cuando bajaba hacia mi garaje, pues era el día que me tocaba engrasar y limpiar la bicicleta, me tope con mi vecino de enfrente, con el que comparto partidos y cervezas, risas y sal. Un buen tío, pero resulta que debe tener una ulcera que no trata con una oportuna visita al medico y le llevan a sacar conclusiones descabelladas a partir de razonamientos perfumados con el aroma del egoísmo. Durante la bajada me puso de muy mala ostia al principio, después me puse a pensar antes de preguntarle si no podía bajar caminando, que era muy bueno para la salud y para no tocar los cojones a los pobre pasajeros que solo aspiramos como mucho a hablar de la mierda del tiempo en el ascensor. Su reacción, no se si me gusto o no me gusto, fue de cierta candidez, de “buen rollito”, pues se puso , de buenas formas, a explicarme lo que minutos antes había dicho pero con otras palabras y de otras maneras. ¿Tendré cara de gilipollas?, el caso es que acepté sus pobres y poco consistentes palabras esperando llegar cuanto antes a mi bicicleta, a mi latas de aceite de engrasar y a mi trapito.

El miércoles, subí y baje. La verdad es que ese día no había muchos vecinos deambulando por el edificio por lo que me dediqué a preguntarme como es esto de la modernidad, que bonito es esto de estar unas plantas mas arriba o más abajo y lo curioso que resulta llegar a la azotea para ver claramente el horizonte y unos minutos después estar en el puto garaje, sin luz, manchándote las manos mientras levantas una sucia persiana que esconde tu orgulloso utilitario. Este día, de regreso del trabajo y cuando me dirigía a mi casa, se subió conmigo un chico de unos doce o trece años que cargaba unas repletas bolsas del supermercado. Sin duda, cumpliendo un encargo de sus padres. El niño se limito a decirme hola cuando entro en el ascensor para agachar la cabeza, mirando al suelo. Se le notaba una tranquilid timidez. Lo mire y le sonreí cuando salía y me decía un breve “adiós señor” sin levantar apenas la vista. Espero que en las bolsas que portaba no fuese nada que le sintiese mal.

El jueves, estuvo pegado en la puerta del ascensor un cartel que decía “FUERA DE SERVICIO”.. Supongo que se refería al ascensor puesto que también se podía referir a alguno de los inquilinos, incluyéndome por supuesto. Durante todo el día mis paseos por las escalera dio lugar a encuentros con sofocados “atletas” cuyos esfuerzos por avanzar les impedían el comenzar conversaciones vacías, preguntas cotillas o malintencionadas insinuaciones. También puede comprobar como unos vecinos subían y bajaban para hacer recados a otros, todo ello desde una óptica de "buena amistad", o no sería por ganar puntos, por miedo, por falta de carácter, ... bueno me quedaré con la duda de si ese ir y venir no sería una penitencia para purgar las faltas de los malos vecinos o un premio para los menos malos. Cuando vea al presidente se lo tendré que preguntar.

Hoy ya vuelve a funcionar nuestro ascensor igual que hace un par de días. En el seguirán ascendiendo las mentiras, las hipocresías, las tonterías, las falsedades, los miedos y seguirán bajando los valores, la inocencia, la tolerancia, la entereza,... o no?. Bueno creo que pronto llegaran nuevos vecinos, y ya veré




Me gusta las contraprestaciones, me gustan los precios justos, me gusta el “toma y gracias por lo que me das”, me gusta lo favores regalados y no recordados, nunca los contrarecibo, me gusta la amplitud de miras, me gusta la mala ostia solo cuando la presenta un cura sensato o un cura rebelde, me gusta las cosas claras, me gusta muy poco el que se sobreentiendan las cosas, no me gustan las relaciones encorsetadas, me gusta el valor de las cosas y no su precio, no me gusta que me engañen, no me gusta que quieran que cierre mis putos ojos, me gusta jugar partidos de ida y vuelta, las partidas sin cartas marcadas, me gusta el “nosotros”, en todo caso, nunca me gusta el “yo egocéntrico”, me gustan las opiniones, hasta las que no entiendo, no me gusta la instrumentalizacion de la gente, me gusta la amistad, no me gusto a veces y a veces sí, a veces me gustan los otros y a veces no.............y este gustar y no gustar se une con pequeñas y contenidas dosis de una mala ostia guardada para no salpicar.







En sus zapatillas lleva el nombre “Judas Thimshel" y ayer por la mañana, juntos, hicimos un precioso recorrido en bicicleta que nos llevo por caminos defendidos por árboles y que esconden cientos de unos insufribles mosquitos, por preciosos pueblos que se disponían a ir a misa, por minutos de sufrimiento subiendo algunas jodidas cuestas (él, el muy carbón, ni siquiera bajada del plato grande), por descensos con los brazos en cruz y los ojos cerrados para robar el frescor de un aire mientras nos imaginábamos ser los protagonistas de alguna película vista ya hace algunos años atrás. Disfruté junto a él del avance de una mañana de domingo, y después, de unos cafés, de unas conversaciones mas o menos transcendentales, pero siempre reconfortantes, sentí a un amigo y por eso desde aquí, permíteme agracederte que lo sigas siendo, ah! y también quería agradecerte que me dejes poner en este ascensor en el que subimos juntos a veces uno de tus increíbles reflexiones, una que a mi particularmente me revuelve de mi asiento cada vez que la leo por la “orgullosa mala ostia”, por la integridad, por la rebeldía, por lo bien escrita que está, por todo lo que muestra y todo lo que esconde.


¿Que quiere que le cuente señora?
¿De verdad quiere oírlo?
¿Voy a ganar algo por decirlo?
¿Va a solucionar mis problemas?
A usted le pagan por estos temas
y yo odio perder una hora.
¿Que quiere que le cuente señora?
No va arreglar mi vida,
no va a cambiar mi drama.
Ni quiero, ni voy a ser mejor persona....
Está bien, haré lo que me pida.
¿Por dónde quiere que comience la trama?
¿Empiezo por las colillas,
las que apagaba en mi espalda?
¿Los puñetazos en la cara,
las silenciosas palizas
sus pies en mis costillas?
Nunca fuí querido,
ya no digo deseado.
Eso pronto lo entendí
él se encargo desde pequeño
y créame que le puso empeño.
Mi madre callaba
y el golpeaba.
¿Y yo? Pues crecí con el daño.
En el oscuro silencio
de saberme mudo por mucho que gritara
encerrado en el baño.
¿Que quiere que le cuente señora?
Era pequeño para entenderlo
luego fuí grande para aguantarlo
y aquí llega usted
a preguntarme algo.
¿Como aguanté tanto tiempo
sin tener ganas de matarlo?
¿No se supone que ese era mi padre?
No busco respuestas
no quiero culpables.
No oso siquiera llegar a olvidarlo.
Solo deseo seguir adelante
sin guerras, sin trampas,
pasando por alto los gritos,
las luchas, los llantos,
la angustia, las marcas.
Me robaron mi infancia
quienes tenían que dármela.
Déjeme en paz ahora,
que no quiero seguir con esto.
Así que ...¿Que quiere que le cuente, señora?



“Me ofrezco como escuchador”. Creo que este anuncio lo voy a publicar en algún periódico en vista de las posibilidades profesionales que plantea. Me explico, hoy por la tarde me comentaba un compañero de trabajo, un comercial con el que me une una gran amistad, la cantidad de historias, de confesiones, de confidencias, de chismorreos, de “proyectos épico-trágico-alucinógenos” que le plantean “gratuitamente” la gente con la que habitualmente se relaciona, con la que habla durante su horario de trabajo (y también fuera de él). Estas historias, en una altísimo porcentaje, no tienen absolutamente nada que ver ni con lo que mi empresa ofrece ni con lo que su proyecto de negocio le demanda, son cuestiones personales, decepciones, alegrías y sustos que la vida les da y que necesitan digerirlo con alguien que se tome la molestia de escucharlos un par de minutos (es una manera de hablar, puesto que mi amigo me comentaba que ha estado horas atendiendo a sus sufridos “pacientes”). 



Por ello me resulta curioso la facilidad con la que la gente abre la puerta de su “casa” para mostrarnos el salón donde se desarrollan las discusiones de pareja, las que tienen consigo mismo, el dormitorio donde duermen sus sueños y sus pesadillas mas cinematográficas, la cocina en donde se preparan los platos mas descabellados, las mezclas más increíbles, donde la vida real de la sociedad y “su vida real” llegan formar, a veces a partes iguales, una nueva cocina, digna de un Ferrán Adriá con un par de cervezas de mas,.....



Todo esto me hace pensar si es tan acuciante nuestra necesidad de hablar, de que nos escuchen, de contar con alguien junto a nosotros, de sentir y de sentirnos, de vivir otras vidas a parte de la que nos toco en suerte,....aunque esta sea ficticia (o no), una gran otra-vida dotada de los efectos especiales mas increíbles y con unos guiones dignos de Woody Allen, una vida que proyectaremos ante cualquier desconocido que nos echemos a la cara
Bueno, prueba de lo dicho anteriormente y como ejemplo es que yo estoy escribiendo esto a la espera de que alguien (¿) se pare a leerlo. Ja!





“Ergete muller”….con esta escueta frase el señor Luís se dirigía a su mujer como desde hace años siempre lo hizo. Estas palabras eran el inicio de otro día dedicado a los animales y a las fincas. Hoy tendrían, ambos, que cortar algo de hierba en una pequeña finca que esta a punto de ser devorada por el avance del pueblo de Riveira. Irían hasta allí, recorriendo unos tres kilómetros, en su carro, un carro de vacas. Antes tenían ocho o nueve vacas rubias con las que lograban obtener un cierto capital, ya fuese vendiendo su leche o vendiendo los terneros. El carro era el orgullo del señor Luís y de su señora esposa. Era un precioso carro de madera con un curioso trenzado de mimbre en vez de los habituales tablones que impiden que la carga acabe en el suelo. La esposa del señor Luís, es una gruesa y dura anciana de grandes gafas, una mujer siempre dispuesta a seguir las pautas marcadas por su marido refunfuñando y sonriendo, pues en el fondo de su corazón, o de su estomago, sabe, como todas las mujeres gallegas, que sin ella ni la casa ni la familia ni, por supuesto su marido, sirven para nada. El mayor de sus hijos, aunque había heredado de su padre las habilidades para labrar las fincas, para cuidar los animales, para trenzar el mimbre de manera que lograse llegar a fabricar cestos y otros utensilios había decidido, debido a la omnipresente presencia del mar, dedicarse a navegar por aguas lejanas en busca de otras cosas, de otra vida. Hoy era un orgulloso patrón de un barco pesquero que surcaba las costas de Singapur. La niña, ahora era una mujer de ciudad, casada y con una pareja de crios como Dios manda. Ellos, como siempre, seguían con su vida de siempre, orgullosos de ser como son, de hacer lo que hacen y de tener lo que tienen

Con este orgullo me contaron este fin de semana, en una de mis paseos en bicicleta, esta y otras historias después de haberle pedido permiso para fotografiar su orgulloso carro de vacas olvidándose completamente del paso del tiempo, de las urgencias que otros llevamos siempre en los bolsillo y abriéndome su corazón y las historias que componen su vida.
Como me dijeron antes de irme, antes se seguir mi etapa ciclista, lo principal para dormir y despertarse todas las noches y todas las mañanas con una tranquila sonrisa en los labios, es creer en lo que uno hace, y en hacer lo que a uno le gusta.

Yo sin duda, envidio su magnifico carro y todo lo que este representa.

Gracias desde aquí por esos momentos.

PD: Respecto su deseo de no salir en las fotos, “…quen non lle gusta nada, que saen moi feos,…..”



Como me cuesta madrugar y como me gustan las mañanas de julio. Todos los días, siguiendo una rutina marcada por una vida rutinaria, me levanto a las siete y media de la mañana para ir a trabajar. Por buena o mala suerte, vivo en una ciudad que tiene más de gran pueblo, de aldea crecidita, que de una ciudad con todo lo que a estas las adornan: sus grandes calles y sus grandes atascos, sus multitudes y sus tristes soledades, sus oportunidades y sus asfixias, sus cafés, sus penosas alegrías y sus fiestas con aparatosos palcos de música, sus ruidos y su falta de silencios,… El caso es que a esas horas después de un rápido desayuno puedo disfrutar del frescor, de unos agradables rayos de luz y de un creciente calor que me trae recuerdos de cuando era crío y me levantada los primeros días de unas recién estrenadas vacaciones. Las esperadas vacaciones de verano después de unos meses de clases. La verdad es que hecho en falta aquellas ilusiones, aquellos días llenos de posibilidades, de miles de cosas por hacer, de largísimos días, de siestas obligadas, de carreras en bicicleta, de partidos con cientos de prorrogas. Estas mañanas que recuerdan mi infancia, me recuerdan los días felices de las vacaciones de verano en mi casa.

Lo bueno quizás es que de donde saco estos recuerdos también pueda sacar otras muchas cosas que me sirvan para esas mañanas y esos días puedan todavía aprovecharse aunque solo sea jugando partidos de noventa minutos seguido de una tanda de penaltis, sin prorrogas.




De vuelta de una semana por Mallorca, con varias cosas por mi cabeza, con un escenario político-social de actuaciones en pleno cambio (dudas?), con posiciones a tres bandas (derecha, izquierda, mezclas), con la vida en blanco, en negro, en gris, ..... En "Tristano muere" de Antonio Tabucchi, libro el cual comencé a leer hoy mismo, se puede leer en las primeras paginas el siguiente parrafo: "De joven leí a Pascal, en aquella epoca me gustaba, en especial por su janseismo, todo era tan blanco y tan negro, tan distinguible, ya me entenderás, entonces la vida era en blanco y negro, en el monte, habia que tomar decisiones precisas, o a este lado o al otro, o blanco o negro, despues la vida se encarga de traer al claroscuro ..."

Totalmente de acuerdo




Nos acostamos ayer con la pelicula a medio terminar. La resolucion definitiva se pospone hasta el proximo lunes, fecha en la que los emigrantes decidiran cual sera la situacion politica en la que nos moveremos durante los siguientes cuatro años. A raiz de los acontecido ayer se pueden sacar una serie de conclusiones: la gente del PP, la gente de Fraga, todavia tiene un peso importante dentro de la sociedad gallega, se hizo evidente el efecto ZP, el hecho de que sea el PSOE quien se encuentra gobernando a nivel estatal, los nacionalismos retroceden claramente, todo lo contrario a otras regiones o nacionalidades o naciones como los "rovira" de turno le gusta denominarse, se intuye debido a la entrada de nuevos votantes cual será el partido principal de aqui a unos años, que la victoria y la derrota se sentimientos hasta cierto punto relativos, lamento que no se consideren las ideas y los hechos llevados a cabo por unos y otros, me refiero a nivel autonomico y estatal (me parece lamentable el trato dado a esta tierra desde Madrid o desde Santiago), me apena que se encuentra tan arraigado en mi tierra el clientelismo, el miedo, de "pago de favores", el falso liberalismo, el conformismo, el acatamiento de un "falso destino", ....

Los resultados electorales obtenidos ayer son el fiel reflejo de un pueblo intentando avanzar, lastrado por unas mentalidades ancladas en servilismos y en "señoritos", pero las opciones que se nos plantean se me parecen mucho a los caramelos que se dan a los niños cuando estos empiezan a rosmar, en vez de analizar con seriedad cual es el origen de esos lloros y de esas promesas.

Me queda el ánimo de pertenecer a un pueblo orgulloso en el fondo, luchador y acostumbrado a pelear por lo suyo y por los suyos. Resulta curioso que los que se fueran buscando otros salidas decidan (cuestion esta tambien digna de analizar con seriedad) el gobierno o el desgobierno de nuestras instituciones.

Bueno, tendremos que esperar para saber si subimos o bajamos o..... segimos parados




Bien, bien, ...Hoy por fin he coronado una pequeña colina que me empeñe en subir. El ascenso a esta montaña comenzó hace unos meses cuando estuve, junto con Susana y Elba, en Egipto. Como en casi todos los que hago, suelo tomar algunas notas que posteriormente ordeno y paso a papel en casa para recordarme lo pasado, lo vivido, lo visto, lo disfrutado, etc. Este no era la principal meta que me marque. Me explico. Sin tener unos grandes conocimientos me puse a buscar informacion, leer opiniones, hacer un pequeño cursillo para poder diseñar una pagina y poder colgarla en este "pequeño" tablon de anuncios que es Internet. El caso es que hoy he rematado todas las deberes y por fin, el que quiera verla, la encontrará aquí.

Bueno, realmente reconozco que me encuentro contento. La verdad es que no hace falta mucho para poder estar así, y para celebrarlo me voy a tomar un trozo de chocolate mientras miro y remiro mi trabajo :) Un saudo (por cierto, os fijasteis que ya puse un contador, ja)




Todavía siento la mirada de sus ojos, todavía veo su pelo canoso, su seria cara que esconde una pícara e inteligente sonrisa, pero sobre todo noto como me agarra la mano fuertemente para que no me vaya mientras me sigue relatando las mismas historias de siempre con una gracia que posee y que no ha perdido a pesar de sus años.

Ya son noventa y dos los años de recuerdos y de momentos, ya son años.




A raíz de relaciones con gente conocida, gente de mi entorno de trabajo, gente de hoy, me he dado cuenta cada vez mas de las situaciones de descontento e insatisfacción personal que flota sobre la cabeza de cada uno de los que hoy formamos parte de nuestra avanzada sociedad. Me resulta curioso, e incomprensible hasta cierto punto, la manera en que nos sumergimos en nuestro trabajo como si prácticamente fuese lo único que da sentido a nuestra existencia, no considerando incluso que no es lo que mas nos satisface, lo que mas nos gusta hacer, relegando como secundario otras muchas cosas que si “aportan” mas o menos a la satisfacción y al orgullo de ser o de llegar a ser lo que de pequeño uno soñaba. Las relaciones con los demás se encuentran viciadas, consentidas o intransigentes por puro hastico, por una aburrida dinámica o por falta de ilusión según sea el caso. Estos cuestiones junto con la falta de expectativas, la falta de ventanas por las que lanzarse a volar como “Peter Panes”, hacen que nuestros esfuerzos y ánimos siguan direcciones, quizás, erróneas.

Cuando a uno le llega el momento de pararse a pensar en lo que merece la pena es triste no encontrar nada ni a nadie. A veces hasta resulta difícil reconocerse a uno mismo. No podemos, no sabemos, no nos enseñaron, no nos dejan, no queremos, no existe, ...cualquiera pueda ser el motivo del descontento, de la desilusión que hoy se comparte. La falsa felicidad, la sonrisa a veces forma parte del “marketing” que diariamente aplicamos para seguir en nuestro puesto delante de los demás, para “por lo menos seguir como hasta ahora”.

A pesar de lo dicho me reconozco cada vez menos pesimista. Son los “deberes” que me tengo marcado para el próximo curso




Las palabras son los como dedos entrelazados de dos personas que pasean. Unos dedos que a veces son suaves y tiernos, agradables y reconfortantes y otras presentan unas durezas y callosidades que hacen que a la hora de seguir caminando juntos hacia delante, avancemos pensando casi únicamente en esa desagradable sensación. Lo triste es que ese malestar no nos dejan disfrutar del caminar, del paseo. A veces la sensación se hace tan desagradable que nuestros dedos se sueltan y el volver atrás, el volver a agarrarse, se hace quizás más difícil, aunque sigamos notando el hombro del otro contra el nuestro.

Si uno se para a pensar un poco verá que lo mejor que se puede hacer cuando empiezan a surgir estas percepciones, es asirse mas fuertemente, entrelazar tus dedos a los suyos aun con mas ganas y de este modo lograr que el roce que se produce apenas se note, que apenas nos distraiga de nuestro caminar juntos





Durante estos días han sido publicados y comentados una serie de cuestiones y hechos que me han llegado a plantear si realmente no estaremos construyendo un mundo sobre unos cimientos poco sólidos, unos cimientos débiles y frágiles. Los valores que priman en la mayoría de los planteamientos de un grupo, de un individuo, de un país están siempre pasados por el tamiz del dinero. Únicamente me remito a señalar una cuestión que creo que cada vez es más palpable, un “valor” al que cada vez es mas difícil no considerar como “amo del cotarro” (salarios injustos, hipotecas eternas, consumo desmesurado, reparto injusto de los bienes,…). Supongo que como seres sociales que somos es imposible escapar de la influencia que la sociedad tiene sobre cada unos de los jugadores que formamos el equipo, sin embargo a veces me paro a pensar si no estaremos utilizando como única medida de las cosas el dinero, que pasa con otras magnitudes como el orgullo bien entendido, la solidaridad, el respecto, la amistad, la dignidad, la honradez, …y otras mas fáciles de percibir como pueden ser la simple sonrisa del que tenemos enfrente, el placido dormir de un niño o la tranquilidad de una tarde de domingo entre amigos, etc.

Hace unos meses estuve en Egipto, en Giza, y más concretamente en la zona donde se ubica la Esfinge, la cual se encuentra totalmente vallada en todo su perímetro. Pude observar una escena que me resulto triste, comprensiblemente triste quizás. El caso es que allí debíamos estar unos cuantos de cientos de turistas embobados mirando hacia la esfinge mientras a nuestras espaldas asomaban entre los barrotes los pequeños brazos de unos cuantos críos ofreciendo sus mercancías a cambio de unas pocas monedas para poder seguir tirando. Puede hasta ser bastante comprensible que nuestras miradas se dirigiesen más hacia un lado que hacia el otro (coño, no pagamos para ver esas cosas!!!), lo que si es más jodido es que incluso nuestro corazones también dirigiesen sus ojos en la misma dirección, a fin de cuentas ¿Cuántas veces más veríamos en nuestra vida la magnifica Esfinge?, ¿acaso no nos hartaríamos de ver por las calles de nuestra ciudad a niños como aquellos?.........quizás tendría que plantearme algunas cosas.





Hoy es un dia de celebraciones: Hoy se cumplen cinco años de mi compromiso con la persona que mas quiero, con la persona que comparto momentos, palabras, miradas, roces, ...hoy no es que sea un dia especial, especial son todos los que estamos juntos, pero si es agradable recordarlo. Gracias por todo lo que tu sabes, y espero perdones esta indiscreción.

Asimismo hoy es la primera vez que se exponen, de manera permante (forman parte de la decoracion) una serie de fotografias (1,2,3,4 y 5)mías que me hacen sentirme especialmente orgulloso.

Un día realmente agradable que hace que uno siga las flechas que te llevan a dar un paso, aunque solo se uno, hacia adelante






...hoy todos nos juntamos para comer, pero sobre todo para estar con él. Hoy cumple 64, hoy algunos envidiamos la mitad de lo que él es, hoy como otros muchos dias, me di cuenta de lo buena persona y del gran padre que tengo la suerte de tener. De él todavia aprendo a vivir, llevando en los bolsillos de su azulana bata de orgulloso carpintero, como siempre lo hizo, un puñado de honestidad, de esfuerzo, de optimismo, de sinceridad, de disciplina, de inteligencia, de bondad, de tolerancia, de caracter, de paternidad, de confianza, de gusto por lo bien hecho, de ansias por conocer y hacer, de complacencia de hacer lo que hace y de ilusion por realizar otras nuevas

Unicamente, felicitarme por tenerte como padre y muchas FELICIDADES




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