Campo da Barreira

Allariz es un lugar que conozco perfectamente. He paseado por sus calles, he disfrutado de buenos ratos moviéndome bajo la protección de su pasado histórico y de su orgulloso presente. 

Después de estacionar en Campo da Berreira comencé mi deambular por la Rua Nova, lugar donde se puede apreciar parte de la antigua muralla del castillo. Es el único tramo que se conserva y que hace pareja con un tradicional horreo. Después continue por el Camiño Socastelo, ya "dentro del castillo" para acabar dando vueltas por la Praza Campo dos Brancos, la cual esta frente a la Iglesia de San Esteban. En este lugar es donde se encontraba el castillo que mando construir Alfonso VI, el conquistador de Toledo.

Allariz B/N

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Llegados a este punto es bueno recordar que la fundación de Allariz tuvo lugar en tiempos de los suevos, en el siglo VI fue cuando nace la comarca de Vila Alaricii. Con el paso del tiempo llegó a ser corte de diferentes reyes que viene a confirman a la villa de Allariz como cuna de numerosos reyes de la Reconquista. Como dije antes, fue el rey Alfonso VI "el bravo" quien ordena la construcción del Castillo y las murallas. Posteriormente Alfonso VII, en 1.153, le concede el fuero de realengo que la convierte en Villa Real. Es a partir de ese momento cuando Allariz se convierte en lugar de crianza, reposo y escala para los miembros de la realeza castellano-leonesa. Según Cid Rumbao, historiador local, en Allariz pudo haber nacido el futuro Fernando III el Santo. Lo que sí es cierto es que su hijo, Alfonso X el Sabio, compiló aquí sus célebres Cantigas y Sancho IV nombró a la villa “llave del Reino de Galicia”.

El ingeniero alaricano Francisco Conde-Valvís Fernández, gran amante de la arqueología, mostró en los años cincuenta del pasado siglo su teoría de que el castillo de Allariz no pudo estar en la colina llamada O Castelo porque solo hay rebajes para asentar cimentación de construcciones en la zona Este y no quedan restos del relleno de la muralla que no fueron utilizados después. Como la villa disponía de fuertes murallas, Conde Valvís decía que no era necesario levantar el castillo en la parte más alta sino que estaría dentro del recinto amurallado y en lo que hoy se llama O Castelo se ubicaría una atalaya. Actualmente, apenas se conservan restos del antiguo castillo y de sus murallas.

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Después de disfrutar de las vistas del Rio Arroya comencé a descender hacia la Plaza Mayor, donde se encuentra la Iglesia de Santiado, por la Rúa Fonteiriña, una calle plagada de tiendas de ropa, el famoso "outlet" alaricano. Es preciso recordar que la villa de Allariz tiene una importante huella románica en todo el casco urbano, como son las iglesias de San Pedro, San Esteban y Santiago). 



Allariz

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Es importante recordar la participación activa de Allariz en la Guerra Irmandiña, la mayor revuelta social que existió en Europa en el siglo XV, y que tuvo su origen en una situación de hambre, epidemias y el abuso por parte de la nobleza gallega sobre el pueblo llano. 

Entre los siglos XVI y XVII tiene lugar el florecimiento de numerosas casa palaciegas: casas de Amperio, casa Castro-Oxea, Pazo dos Enriquez, ... que asoman en las estrechas calles, muchas de las cuales albergan en la actualidad diferentes museos municipales como el del Juguete, del Cuero, y del Tejido. Durante ese tiempo también se colocan los cuatro cruceiros de la Villa, se funda el Pósito Agrícola (graneros, especialmente de trigo, con el objeto de abastecer de pan, especialmente en las épocas de carestía y de prestar grano a los labradores, tanto para la siembra como para el consumo en los meses de mayor escasez) y empiezan una serie de guerras con Portugal que continúan en el siglo XVIII durante la Guerra de Sucesión y que acabaría con la dinastía de los Habsburgo y permitía la llegada al trono español de los Borbones.

Durante este mismo siglo XVIII un incendio destruye parte del convento de Santa Clara, que posteriormente se reedifica. El siglo XIX comienza con la ocupación de las tropas napoleónicas (estuvieron acampados en el Monasterio de Santa Clara, antes de la batalla de Xinzo de Limia) y sigue con la desamortización de mediados de siglo que supuso el desmonte del castillo y acabó con la desaparición del puente de la “Zapateira” y buena parte de los tramos amurallados.

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Como venía contando, llegue a la Iglesia de Santiago que como se indica en la web del municipio, está "situada en la Plaza Mayor, se inició hacia el 1119 es ejemplar fundamental del románico popular gallego. De nave única y ábside semicircular, conserva íntegramente su estructura primitiva. El famoso tramo semicircular da ábside es un triunfo de la decoración figurativa románica con arquería cien".

Después de rodearla, pase por la Praza de Abaixo, donde se encontraba la escuela de "La lengua de las mariposas", para comenzar a ascender la Rua do Portelo. Es en este lugar donde se encuentra el Museo del Juguete así como varios edificios de interesante arquitectura. Arriba de todo, me desvié a la izquierda, hacia la Plaza dos Mesones. En este lugar se encuentra la taberna "Roi Xordo"

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Siguiendo la Rua de Ferreira  vuelvo al inicio de mi recorrido, frente a la Iglesia de San Esteban. De allí al coche hay unos pocos metros que suponen el fin de un recorrido que me regalo una bonita mañana de febrero. Antes me detuve a "escuchar el silencio" que ofrece uno de los sitios mas curiosos de la villa y que se encuentra tras el edificio del Registro de la Propiedad y que presenta unas preciosas fachada, un jardín sencillo y muy bonito y un bien conservado trozo de muralla. 

Otro dia volveré, para volver a pasear por la zona del Rio Arroya, por los locales que se asientan en sus orillas, volveré a pasear por sus otras muchas y estrechas callejuelas, volveré para tomarme un café, o mejor, un licor café. Volveré pues esta al lado de mi casa

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Capilla de la Peregrina


Después de participar en la guerra de Troya, Teucro, el mejor de los arqueos aqueos, volvió a su hogar, a Salamina, donde su padre le impidió desembarcar por no haber vengado la muerte de su hermano Ayax. En su periplo, en su nuevo viaje por el mar, nuestro héroe arribó a las costas gallegas, fundando una colonia a la que llamó Helenos, la actual ciudad de Pontevedra

Yo no participé en ninguna guerra mitológica,  pero si puede arribar a Helenos. Fue unos días antes de acabar el 2016. Los días que pude disfrutarla, en concreto, los dos días que la visité, pude observar la belleza de un casco histórico que no tiene nada que envidiar a ninguno de los que existen en la comunidad gallega. Lo primero que uno nota al moverse por Pontevedra es la intensa labor de peatonalizacion y preservación que existen de sus calles, plazas y edificios. Todo esto se trasluce en un ritmo de vida pausado y tranquilo. Un autentico paraíso.

Después de aparcar el la Plaza de España, me dirigí por la Rua Michelena. Al fondo, me encontré de frente con la Capela da Peregrina. Esta capilla, símbolo del Camino de Santiago Portugués, tiene su origen en una imagen de la Virgen vestida de peregrina y que unos peregrinos franceses trajeron hasta la ciudad de Pontevedra

Esta iglesia, que se encuentra en pleno centro de la ciudad, es un edificio de estilo barroco, con algunos rasgos neoclásicos, dotado de una planta circular y con un curioso vestíbulo, presbiterio y fachada con forma de vieira. Aproveche para entrar y subir a la cúpula y comprobar si todavía sigo sin sufrir de vértigo. La fachada está rematada por dos torres a los lados y el acceso se hace a través de una escalinata en la que hay una fuente. Fue construida en 1778 por Antonio Souto.


Cúpula de la Capilla de la Peregina


Salí de la Peregina y me fui a tomar un café al Savoy en plena Praza da Ferreria. En este precioso local, aparte de poder tomar un agradable café se puede disfrutar de unas increíbles vistas de toda la plaza. Esta, que recibe su nombre de los antiguas forjas que había en sus soportales, constituye un amplia espacio abierto que incluye la Praza da Estrela y los jardines de Casto San Pedro. Allí también se encuentra el convento de San Francisco y la Capela da Peregrina, de la que hable antes.

Este lugar el centro neurálgico de la ciudad, lugar donde suele reunirse la gente a charlar o a tomar algo en la gran cantidad de terrazas que existen. 

Después de tomarme mi café y de pasear por la plaza disfrutando de las vistas, y esquivando el vuelo de las palomas, comencé mi paseo por Pontevedra. Me dirigí por la Rua Figueroa hasta la bellísima Praza Da Leña


Plaza de la Peregrina

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Praza da Estrela


La Praza da Leña es una pequeña plaza pero quizás uno de los sitios más bonitos de todo el casco histórico. Se trata de una plaza típica gallega,  de carácter popular,  plagada de mesas y sillas donde tomarse una cerveza, con soportales, galerías y edificios y casas con sillares de granito. Y en el centro de la plaza un cruceiro. Frente a ella, se encuentra el Edificio García Florez y el Edificio Castro Monteagudo, que es un pazo del siglo XVIII y que es la actual entrada principal al Museo de Pontevedra y que tiene en el lado sur un hermoso balcón sujeto con grandes calzones.



Praza da Leña

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De ahi me dirigi a la Iglesia de San Bartolome, iglesia del colegio que los jesuitas poseyeron en la ciudad hasta 1767, año en que fueron expulsados de España. Su fachada está decorada con columnas, repisas y ventanas, y símbolos heráldicos de los Andrade, Arando y Guillarei. Posee un buen claustro y sus dependencias están ocupadas en parte por salas del museo. Posee interesantes retablos donde se dan cita piezas de gran calidad atribuidas a Pedro de Mena, Gregorio Fernández, Pedro de Campo, Bieito Silveira y Gambino, entre otros de la escuela compostelana y castellana. El edificio contiguo, llamado de Sarmiento, era la sede del Colegio


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Saliendo de la Iglesia me dirigía a otra preciosa plaza, la Praza de Pedreia un lugar rodeado de pazos urbanos entre los que destaca el Pazo de Mugartegui, un precioso ejemplo de la arquitectura urbana del barroco. Poco después llegue a la Plaza de Abastos y todos mis sentidos se pusieron en estado de alerta. Un espectáculo ver las vitrinas donde se exponen magnifico ejemplares de marisco y pescado. Realmente recomendable visitar este lugar


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Plaza Abastos Pontevedra


Salí de la Plaza de Abastos y continue un buen rato dando un agradable y tranquilo paseo por la Rua Cesar Bonete, la Rua Real, la Praza do Teucro, me acerqué hasta el Teatro Principal, ... y acabe mi paseo en la Praza Curros Enriquez en una terraza tomando una fría cerveza para completar una visita de lo mas sugestiva

Pontevedra rezuma tranquilidad y belleza en cada una de sus esquinas, Pontevedra es una ciudad amable con los suyos y con los que venimos de fuera, es una ciudad que se muestra generosa y se deja querer. Pontevedra es un lugar para vivir, para visitar, para volver 


Praza da Ferreria #pontrvedra



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