Se cumplen estos días 20 años de las revueltas y la masacre en la plaza de Tiananmen de la capital china. Con motivo de aquello ciertos medios de prensa escrita y periódicos digitales, sobre todo, presentan editoriales donde comentan lo ocurrido durante aquellos agitados días en donde grupos de estudiantes exigían cambios hacia un sistema democrático, y que compartían escenario con las protestas de trabajadores hartos de las reformas planteadas por un gobierno y que los estaba dejando sin trabajo y con unos niveles de inflación elevadisimos que los empobrecía, aun más, a gran velocidad. La respuesta del gobierno chino ante esto es bien conocida: la utilización del ejercito para frenar y disolver todos esto movimientos de protesta y que tuvo su momento álgido en la plaza de Tiananmen de Pekín, durante la noche del 3 de junio de 1989. Fue allí donde un hombre con camisa blanca y portando en sus manos lo que parece unas bolsas, se enfrentó a una columna de tanques poniendo delante de ellos, impidiendo pasar y exigiendo su retirada.

Aún hoy no se sabe a con certeza quien fue ese hombre, que les dijo a los conductores de los tanques, que pasó después cuando fue llevado por unos individuos vestidos de paisano, ..... pero su historia se plantea excitante desde el momento en que una persona, un ciudadano, solo uno, se enfrenta a toda la maquinaria gubernamental y a su ejercito, seria interesante conocer lo que pasó por su cabeza en aquel momento, y cual era su estado de ánimo. 

Su historia quedo reflejada por cuatro fotógrafos que estaban encaramados en los balcones del Hotel Beijing y que pasó a ser la imagen de la lucha contra el sistema chino y la opresión que este ejercía (y ejerce). Sobre este tema hay un articulo interesantísimo en The New York Times escrito por Patrick Witty.

Estas fotografías, fueron portada de los periódicos, revistas e informativos del mundo entero durante aquellos días, y posiblemente quedará como una de los documentos gráficos más impactantes del siglo XX, pero no se hasta que punto ese gesto ayudó a la consecución de los cambios del sistema social y de gobierno de la República China, lo que si es admirable, hasta cierto punto, en la fe que la gente puede tener en uno mismo,...o la desesperación a la que se puede llegar para ponerse delante de un tanque.


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