Cuando uno lleva un tiempo caminando, le duelen los pies y los riñones, ... pero duelen solo cuando uno se para.

Hace ya unos cuantos años se me dio por caminar.., aunque creo que siempre lo hice aunque fuese dando alguno que otro traspiés. Sin embargo la diferencia más evidente entre antes y ahora esta en la presencia de público a ambos lados que te confirman que, de verdad, de verdad, uno ya es un caminante "como Dios manda".

Mis días, todos ellos, comienzan cuando me pongo unos gruesos calcetines y las botas para reanudar la travesía en el punto justo en que había finalizado el día anterior. Me pongo de pie y miro hacia delante, hacia el horizonte, me gusta mirar esa gran linea que únicamente se rompe por la silueta de algún que otro árbol. Detrás de esa linea alguna gente dicen que saben lo que hay, otros no les preocupa lo más mínimo, y algunos nos gusta pensar que depende de tu forma de avanzar, de tu forma de ilusionarte. Lo que existe más allá puede llegar a ser cualquier cosa, aunque seguro que se parece mucho a la forma que uno tiene de caminar.

Cuando los días van pasando y la marcha siempre discurre por la misma ruta un puede acabar hastiado y aburrido de todo, hasta de uno mismo. Esto podría ser así, y así ocurre en multitud de ocasiones, si no fuese por las sorpresas que saltan desde los bordes del camino, y las que te abordan por la espalda, o las que te aparecen, muchas veces sin saber como, caminando junto a ti. De todas ellas aprendes algo, con algunas te ríes y con otras no tanto.

Un paso, sigue a otro, y a otro, y a otro,...

Siempre me gusto caminar aprendiendo cosas de los lugares por los que pasaba y saber de la vida de las gentes que los habitan. Me gusta aprender y crecer en él. Me gusta pararme a la sombra de los árboles, y sentarme en pueblos a mirar como vive la gente, me gusta probar la comida que se hace, me gusta sentarme en cualquiera de las piedras que va encontrando a las orillas y pararse unos pocos minutos a escuchar. Me gusta más escuchar que hablar, lo que no me impide discutir por cualquier cosa, sobre cualquier tema,... cualquier tema sobre el cual antes haya leído, oído o visto. Cuando no es asi también discuto pero con una sonrisa en la cara. Me gusta ver como la gente como camina para crecer, para vivir.

Un paso, sigue a otro, y a otro, y a otro

Resulta curioso como los caminos nunca tienen final. Triste y feo será aquel que lo tenga. Además estos se cruzan, avanzan juntos, se separan, se pierden de vista,.... Lo que quiero decir con ello es que uno, dependiendo de su capacidad para mirar y girar la cabeza y abrir los oídos, puede cambiar de camino, por uno nuevo por el que, inevitablemente, también habrá que caminar. Uno también puede perderse en estos cruces que con cierta frecuencia se va encontrando. Son estos momentos, son estos cruces lo mas interesante de la marcha, lo más recordado después. Estoy seguro

¿Y qué lleva a seguir un camino o a cambiarlo por otro?. Cada uno tiene sus razones. Unos le gusta "su" camino, lo conoce y no quiere conocer otros. Otros nunca lo encontraron, lo buscan y lo buscan, Otros nos encontramos con gente que te enseña y comparte contigo lo que lleva en su mochila. Te cuenta donde empezó a seguirlo o como se hace para disfrutarlo. Existe gente que quiere que vayas por el suyo, con buena o mala fe, otros se pasan la vida saltando de uno a otro,... Hay muchos caminos y muchos caminantes

Lo bueno de andar por donde andas es que los sentimientos, las ganas, la gente que encuentras va variando, y con ello la sensacion de estar a contento contigo mismo y con la ruta que sigues. Otras veces caminas por rutina y otras veces ...otras veces no sabes que haces alli.

A mi lo que me queda es caminar, caminar,... y mirar el horizonte.


Leave a Reply

oscuroabismo. Con la tecnología de Blogger.