Me gusta las contraprestaciones, me gustan los precios justos, me gusta el “toma y gracias por lo que me das”, me gusta lo favores regalados y no recordados, nunca los contrarecibo, me gusta la amplitud de miras, me gusta la mala ostia solo cuando la presenta un cura sensato o un cura rebelde, me gusta las cosas claras, me gusta muy poco el que se sobreentiendan las cosas, no me gustan las relaciones encorsetadas, me gusta el valor de las cosas y no su precio, no me gusta que me engañen, no me gusta que quieran que cierre mis putos ojos, me gusta jugar partidos de ida y vuelta, las partidas sin cartas marcadas, me gusta el “nosotros”, en todo caso, nunca me gusta el “yo egocéntrico”, me gustan las opiniones, hasta las que no entiendo, no me gusta la instrumentalizacion de la gente, me gusta la amistad, no me gusto a veces y a veces sí, a veces me gustan los otros y a veces no.............y este gustar y no gustar se une con pequeñas y contenidas dosis de una mala ostia guardada para no salpicar.