Mi vecino es una persona corriente. Corriente en el sentido que su vida se ajusta a un planing marcado desde hace mucho tiempo, casi desde su nacimiento. En él se señala y se estructura el cuando, el como y el cuanto vale y el cuanto se debe dar y se debe recibir por lo que uno hace, por lo que uno siente, por lo que uno desea, por lo que uno dice, por lo que uno vota,...
El caso es que cuando yo salía del ascensor él se encontraba recogiendo en el buzón sus facturas y anuncios publicitarios mientras por lo bajo surgían unas ininteligibles palabras. “Que rosmaras a estas horas?” le dije a modo de saludo. Levantando la mirada de los papeles y girando la cabeza, la cual presentaba un semblante muy serio, me contestó que “nada que no pudiese decir el voz alta y de una manera clara, si tuviese delante algun encorbatado mandamás”. Como no tenia mucha prisa, le dije que aunque no fuese un personaje poderoso si disponía de algunos minutos antes de marcharme a realizar unos cuantos recados.
De sopetón me preguntó que me parecía todo lo que últimamente se veía por la calle y en la televisión. Sin darme tiempo a responder, continuo diciendo que “es que no sé a donde vamos a parar la gente decente con toda esta manada de vagos impresentables que recorren nuestras calles. Te puedes creer que hoy cuando venia del trabajo me encuentro con un chico, un sinvergüenza de unos 18 años, que me pide un cigarro - un puto cigarro tío - me suelta cuando le contesto que no y que los vicios hay que pagárselos cada uno de su bolsillo”. “Me jodieron el día” me contesto molesto, “yo que tenía un día tranquilo, a pesar de tener que aguantar a los gilipollas de mi empresa, pues nada, encima tengo que tragar a esta tropa, bah!.....no se donde vamos ir parar, joder. Matándonos a trabajar como desgraciados por tu familia y por darle lo que necesitan y ahora tenemos que soportar que vengan estos queriendo su casita, su trabajito, sus cochitos y sus móviles de mierda, como si tuviesen los mismos derechos que los que llevamos toda la jodida vida luchando como desgraciados. ¿ Que traigan papeles y que curren coño, que ya decía mi padre que en esta vida no se regala nada!”
Yo lo escuchaba en silencio, asintiendo, y mirándolo mientras recordaba los titulares de la prensa de estos últimos días, donde esos “sinvergüenzas” saltan vallas,ocupan pisos, queman coches, .... porque los muy “hijoputas” quieren ser como nosotros.
Mientras seguia hablando, pensaba yo en en contenido de las palabras y de los silencios, en el sentido de nuestras palabras y de nuestros silencios. ¿Corrientes expresiones de gente corriente?.