Buff..., estoy en cama y no se si levantarme y salir corriendo hacia el salón. Allí esta mi árbol de Navidad. Allí es donde esta noche pasada sus majestades, los Reyes de Oriente, seguro que han dejado algunos regalos.

Dicen que los regalos únicamente son para los que se han portado medianamente bien a lo largo del año. Yo creo que no he sido malo del todo, comparado con la media, bueno con la media que sale en los informativos de cualquier canal de televisión: no he mentido ni engañado a los demás, no me he puesto exigente subido a falsos pedestales del que no querer bajarse, no he repartido culpas, que eran propias, entre los demás, además no he consentido que los "más grandes" lo siguieran siendo aun a costa de los pequeños y encima dándole complacientes golpecitos en el hombro

Creo que durante este año que se acabó he cumplido con mis obligaciones. He trabajado duramente para sacar buenas notas. Aunque algún "necesita mejorar" se me ha colado. Lo he hecho teniendo la firme certeza de que, en un futuro, un futuro bastante próximo, me servirá para sentirme mejor y para saber que lo que hago, mi trabajo, no es lo que me permite vivir, ni siquiera es la parte central de mi vida, ni lo más importante, pero si una parte de ella.

En cuanto a la gente que me rodea, la verdad es que ha habido un poco de todo: bastantes buenos momentos y algún que otro malo. Desde luego que en las relaciones con los demás siempre pasa un poco de esto, se alternan ratos mejores y otros no tan buenos. Algunas de las decisiones quizás podrían haberse tomado de otra manera o quizás hubiese sido más aconsejable un poco más de margen , quizás y quizás sea el tiempo quien me diga con la tranquilidad, y la rapidez, con que habitualmente lo hace si he acertado o no


Y mi familia, ... Magnífica. Aquí si que debo dar gracias a sus Majestades. Estoy seguro que no me dejarán nada bajo el árbol pues todos los días tengo regalos y regalos en forma de carreras, abrazos, sonrisas, nuevas experiencias, aventuras increíbles e historias aún más increíbles. También encuentro momentos compartidos con palabras y abrazos y momentos de silencio igualmente reconfortantes

Acostada junta a mi estaba ella, mi niña, preguntandome donde estarian los tres reyes a esas horas de la mañana. Le respondí que a esas horas lo normal es que estuviesen desayunado y descansando de una noche tan ajetreada como la pasada y aun más para una gente ya un poco mayorcita como ellos. Desayunando y recordando y planificando el regreso a sus palacios de Oriente

El próximo año volveran, seguro. Volveran y yo solo les pido lo mismo....

Ellos ya saben lo que es

Gracias


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