Esta reciente el final de un año y el comienzo de otro. Es momento en las empresas de realizar el tradicional inventario. Aprovechando esta fiebre contadora o contabilizadora de lo que existe en cada uno de los correspondientes almacenes, de lo que había, de lo que se compró y no se vendió, de lo que quedó, del valor de todo,... me he parado a pensar si no seria conveniente que hiciese mi propio recuento. No debería, quizás, “cerrar” un par de días el chiringuito y analizar mi stock?. Podría llegar, perdón, tendría que llegar a ciertas conclusiones a fin de realizar un cierre contable como el dios PGC así lo manda. Sin duda tendría que listar los artículos de mi almacén y comprobar si concuerda con la realidad: si tengo lo que en los papeles indica que tengo, si ha sufrido una considerable depreciación, por lo que debería dotar un fondo o una provisión para cubrir esa perdida de valores, ejem, quiero decir valor, de porque llegaron a mi almacén algunas cosas sin haber analizado previamente su posible venta, o su falta de salida, porque tengo tanto de unas cosas y falta de tantas otras, cual es el mínimo recomendable para no correr el riesgo de una ruptura de stock, como valoro mis existencias, por el valor puro y duro de adquisición, por un valor añadido,.... Lo que estoy seguro es que al final entre lo que tenía, lo que adquirí, lo que vendí y lo que tengo sabré lo que podré ofrecer mañana y como deberé gestionar mi almacén
Creo que nunca he hecho un inventario. Más que nada porque creo que las cosas se cuentan solas (hay que echarles un vistazo) y los sentimientos no tienen sitio para colocarle etiquetas y así saber cuantos tienes y si te sobran o te faltan.
ResponderEliminarAnalizo mis stocks. Tenía de todo. Apenas tengo nada.
Suspensión de pagos.
Quiebra.
Inventario terminado.
Cuando menos t lo esperas, la vida te sorprende gratamente... o eso espero (lo d antes d los puntos suspensivos no se quien lo dijo, el "eso espero" lo digo yo
ResponderEliminar