37 años tenía mi perro. Ya era un perro viejo. Ladraba a los pájaros., pero no era capaz de levantarse para correr tras de ellos. Ya tenía 37 años, muchos años para mi perro. Mi vecino me comentaba, cuando nos encontrábamos por las escaleras, porque no me deshacía de el , porque no lo sacrificaba, que era mejor que no sufriese. Yo solo le contestaba que era mi perro y como iba a matar yo a mi perro................................
Cuando me juntaba con mis amigos les comentaba que si que eran ya muchos años, 37 años con él, que los años no pasan en balde y que todo el mundo se hacia viejo. Les contestaba que es lo que querían que hiciese, que le tenia mucho aprecio, bueno, que le tenia mucho cariño. Les contaba la cantidad de cosas que pasamos, pues muchas eran las cosas y las horas que pasamos juntos, muchas risas y muchas charlas buscando enseñarle como hacer las cosas bien o simplemente para sentir su compañía. Ellos me decían, con un tono de solemnidad impropio de la pandilla, que el tiempo siempre pasa amarrándose a una parte del alma para llevarse un buen trozo y que cuando muchos de ellos faltan es mejor .... que si, que si, que tenéis toda la razón, les contestaba, pero que podía hacer. ¿Que seria de él si todas las noches no pudiese vestirse su roída y descolorida chaqueta para pasear, eh, que sería de él?